La brevedad de tiempo entre el comunicado y lo lejano de mi lugar de origen, me hacen imposible estar con Uds. en este aniversario tan importante.
Pero no puedo dejar de enviarles mi agradecimiento por esta distinción, con todo mi corazón.
Aún sin conocer siquiera el lugar, me parece que ya lo conozco porque nuestras identidades, nuestro pasado, parten de una misma raíz, la de nuestros abuelos, la del amor al terruño que tanto nos identifica.
Creo que el querer de parte de Uds. rearmar su historia es algo de lo cual deben sentirse muy orgullosos.
Me gustaría que si los cuentos se leen, alguien leyera el mío, porque lo escribí, especialmente para los que ya no están, para aquellos que les dejaron las huellas del último fogón, que Uds. pueden encender aún, en sus corazones.
Gracias a todos y felices 150 años.
Brenda Alzamendi.
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